Ana tenía 32 años cuando me escribió buscando ayuda psicología y de la hipnoterapia por su intenso miedo a volar. Le resultaba imposible subirse a un avión sin una fuerte medicación. Incluso estaba a punto de rechazar un ascenso en su trabajo porque implicaba viajar a menudo. (Espóiler: al final consiguió el ascenso). Cada vez que se aproximaba un viaje, experimentaba una ansiedad abrumadora, sudoración taquicardia, problemas de concentración e incluso ataques de pánico.