La extraordinaria Marida Peer cuenta a menudo, que los médicos les habían asegurado que no podría tener hijos. Ella decidió no creerlo, y tuvo a su preciosa hija. Al segundo día de dar a luz, una enfermera se acercó a ella con un paquete de clínex y le explicó que en ese día le empezaría la depresión postparto, ella le dio las gracias con una sonrisa y le contestó que en su caso tendría euforia postparto.