Perder peso y liberarse de la adicción a la comida

 

Muchas veces hemos escuchado frases del tipo “Quiero comer menos, pero no me controlo” o “No puedo parar de comer” o “Comer me calma, me relaja”. Estas son frases calcadas de las que podemos escuchar a la mayoría de los adictos, tanto a sustancias como comportamentales.

 

Como explica la extraordinaria Marisa Peers:

 

Nada es por si solo adictivo y prácticamente cualquier cosa puede convertirse en adicción>>

 

Ya en 1956 Theron Randolph planteó por primera vez la cuestione de la adicción a la comida. Y fue sobre todo a partir del 2009 con el desarrollo de la Yale Food Addiction Scale (YFAS) cuando se han comenzado a hacer numerosos estudios en profundidad sobre esta cuestión. Esta escala fue desarrollada como instrumento para evaluar la adicción a la comida siguiendo los criterios diagnósticos de dependencia a sustancias de DSM-IV.

 

Así, los criterios que tenemos en cuenta para estudiar los casos de adicción a la comida, entendida como el consumo compulsivo y excesivo de comida a pesar de las consecuencias negativas para el individuo, son:

 

  • Tolerancia. Se trata de que cada vez necesitamos consumir más cantidad para conseguir el mismo efecto deseado. Ingerir la misma cantidad de comida cada vez tiene menos efecto deseado.

 

  • Abstinencia. Síntomas físicos y mentales negativos e indeseados cuando dejamos de comer en exceso o cierto tipo de alimentos. Ansiedad, malestar, nerviosismo, irritabilidad.

 

  • Falta de control. Deseo constante de comer y esfuerzos infructuosos cuando tratamos de reducir la ingesta. Todo ellos a pesar de las consecuencias negativas conocidas por la persona.

 

  • Afectación de la salud y la vida.

 

Además, la comida como adicción tiene una especificidad. Está siempre disponible y la necesitamos para sobrevivir. Un alcohólico puede dejar de beber. Un fumador puede no fumar nunca más. Pero un adicto a la comida no puede dejar de comer porque se moriría. Algo similar está ocurriendo con las tecnologías que se han convertido en parte casi necesaria de nuestra vida. Os dejo un link para saber más sobre adicciones tecnológicas y un link del programa de radio en el que participé para concienciar del problema.

 

Ya son numerosos los estudios que han encontrado patrones de activación neuronal similares en personas adictas a drogas y a la comida. La neurobiología de la adicción implica circuitos cerebrales que desencadenan y mantienen esos comportamientos compulsivos de ingesta alimentaria.

 

De esta manera, la adicción a la comida activa circuitos que involucran la búsqueda de recompensas, especialmente relacionada con la dopamina. Por su parte, la pérdida de control y la compulsión se asocian a cambios en la serotonina. Además, se observa desregulación de la señalización hormonal, afectando a la saciedad y el apetito. Están así involucradas la grelina (hormona del hambre, entre otras cosas) y la leptina (hormona relacionada con la sensación de saciedad). Ambas, están relacionadas con la actividad del eje HPA (hipotalámico-hipofisario-suprarrenal) y con la eliminación de la respuesta al estrés.

 

Hoy sabemos con certeza que el sobrepeso está directamente relacionado con enfermedades cardiovasculares, diabetes, especialmente diabetes tipo 2 en la que el organismo no es capaza de utilizar correctamente la insulina, enfermedades degenerativas de las articulaciones y diversos cánceres, entre otros.

 

A pesar de todo lo anterior, podemos recordar dos cuestiones importantes. Como nos dice el extraordinario Tony Robbins:

 

Nunca tuvimos tanta información ni fue tan asequible saber sobre nutrición y hábitos saludables y, sin embargo, nunca tuvimos tantas personas con sobrepeso, incluidos cada vez más, jóvenes y niños

 

Además, la comida está ahí, disponible para todas las personas y solo algunas comen en exceso y tienen sobrepeso. Esto nos sugiere que hay algo más. La razón de la  adicción a la comida no está, al menos en su mayor parte, en la comida y, por tanto, la solución de controlar la ingesta no es suficiente. Necesitamos pues, tratar esa cuestión psicológica y emocional que es el verdadero problema.

 

Necesitamos entender y tratar el verdadero problema, la verdadera razón por la que la persona come en exceso

 

Para cada persona con adicción a la comida, esta responde a una necesidad diferente. Algunos encuentran una gratificación instantánea, otros llenan un vacío, otros se castigan, otros se premian, otros es algo aprendido, a otros les calma el estrés. Siempre hay un problema subyacente, diferente en cada caso. Y de ahí la necesidad de terapia y de que esta sea absolutamente personalizada.

 

La buena noticia:

 

No es lo que eres, es solo lo que estás haciendo. Y eso podemos cambiarlo

 

Con la hipnoterapia podemos entender y transformar ese verdadero motivo por el que la persona está comiendo en exceso. Gracias a la hipnosis, podemos hacerlo de forma rápida, fácil y permanente. Liberando a la persona para que recupere su físico, su salud, su vida y su felicidad.

 

Si tú o alguien de tu entorno está pasando por esta situación, no estáis solos. No hay nada que funcione para todo el mundo, pero siempre hay algo que funciona para cada persona. Y si, hay que ser valiente para tomar esa responsabilidad de reconocer un problema y pedir ayuda. Estoy segura de que, si buscas, encuentras esa valentía dentro de ti.

 

Sed felices