La tecnología es maravillosa. Son incontables los ámbitos de nuestra vida que han mejorado gracias a la tecnología. Sin embargo, como todo, un mal uso nos puede crear problemas.
La tecnología es maravillosa. Son incontables los ámbitos de nuestra vida que han mejorado gracias a la tecnología. Sin embargo, como todo, un mal uso nos puede crear problemas.
Hay días, temporadas, en las cuales nos sentimos tristes, desanimados. Algunas situaciones de la vida parece que nos sobrepasan y nos quedamos bloqueados. Y puede ser que veamos a otras personas que con situaciones peores salen adelante. O incluso nosotros mismos nos hayamos enfrentado alguna vez a cosas incluso peores.
La ansiedad, los bloqueos mentales, la falta de autoestima y confianza, todos sabemos por experiencia propia o porque lo vemos en personas de nuestro entorno, las dramáticas consecuencias que pueden llegar a tener en nuestras vidas.
En ocasiones, lo que conscientemente no somos siquiera capaces de imaginar, nuestro subconsciente es capaz de lograrlo.
Existe una regle de oro en las relaciones sociales. Tal vez habrás escuchado al brillante Victor Kuppers repetirla y explicarla a menudo. O puede que, si tienes cierta edad, fueran tus padres o en el colegio donde te la enseñaran.
Somos muchos los que vamos esforzándonos porque nos quieran. Buscamos la aceptación, el amor y las demostraciones de cariño fuera. Tratamos de ser perfectos, de hacer lo que la gente quiere que hagamos. Todo, para ser merecedores de ese amor, para conseguir ese afecto. Cuando en realidad ya somos merecedores de amor por como somos, por lo que somos.
En ocasiones hay gente que me pregunta con cierto grado de incredulidad ¿Cómo puede la hipnoterapia ayudar en enfermedades físicas como la artritis reumatoide, la psoriasis, la fatiga crónica, la sinusitis, colon irritable y otros?
Muchas veces veo personas con problemas de salud, problemas económicos, problemas de pareja o de otro tipo, pero de los que parece que no se dan cuenta, como si los tuvieran asumidos, el caso es que no les ponen solución.
Según demuestran muchos estudios el 95% de nuestros pensamientos son repetitivos y el 80% de ellos negativos.
La procrastinación se define como la acción o el hábito de retrasar las actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras más irrelevantes o agradables. En general se piensa que por miedo o pereza.